Hace tiempo encontré este paquete de Daler Rowney con todos los materiales necesarios para pintar al óleo la cara de un gato.

En su interior hay 3 láminas con la silueta, 9 tubos de pintura y 3 pinceles.

Por mi cuenta, he comprado la bandeja de mezclas y un frasco de disolvente.

Como ves en esta imagen, el pincel fino es diferente a los otros. Esto es porque cuando compré el paquete no me fijé que dentro solo había 2 pinceles, mientras que en la caja indicaba 3, y compré el más fino.

Te recomiendo que, si te animas a comprarlo, te lo abran en la tienda para comprobar que están los 3 pinceles. Posiblemente fuera un error puntual, bien en el embalaje o en el transporte, pero no estaría de más mirarlo.

En la caja vienen las instrucciones paso a paso para pintarlo, aunque cada uno podrá hacer las mezclas de colores que más le gusten. 

Mi intención es pintar cada lámina con diferentes materiales: óleo, rotuladores acuarelables y lápices de colores. Publicaré los resultados en el blog, salgan bien, mal o regular.

Me gustan estas opciones, especialmente para mí que no se me da bien dibujar. Si tuviera que hacer yo la silueta, nunca me habría animado.

El título me llamó la atención. Me imaginaba lo que encontraría por tantos otros libros y artículos leídos sobre los beneficios de la meditación plena caminando, limpiando en casa, escuchando música, coloreando mandalas, etc. En este, se trata de relajarse mientras dibujamos.

No sé dibujar y no estoy cualificada para tal tarea; sin embargo, sí que me animo con pequeñas cosas, lo que más me gusta es la pintura abstracta.

Pensaba que dentro de La meditación y el arte de dibujar encontraría 2 cosas: una guía escrita para meditar y dibujos orientativos. Solo hay texto.

A pesar de que es una guía solo escrita, me ha gustado, especialmente la primera parte que me ofrece la posibilidad de dibujar lo que sea, sin forma predeterminada, incluso con los ojos cerrados. El resto de las instrucciones para dibujar naturaleza muerta (piedras, hojas y similares), paisajes de la naturaleza o urbanos, retratos y dibujos al natural ya adelanto que no voy a entrar en ello. Quizá un día salga con mi libreta de dibujo y un lápiz, me sienta en un banco del parque o de la playa y se me ocurra hacer algo. ¡Quién sabe!

Como he dicho, estoy practicando con solo dibujar no cosas. Con los ojos cerrados, hago trazos en el papel: líneas, círculos, espirales... Atendiendo a lo que recomienda la autora, me dejo llevar centrándome en la respiración, sintiendo la sensación de mi mano deslizándose por el papel, del rotulador entre mis dedos, presionando más o menos. Los supuestos 5 minutos con los que nos anima a empezar, en mi caso siempre llegan a ser 20 o media hora, tiempo que me pasa en un suspiro. En esos momentos, no pienso en nada que me esté preocupando, no dejo que ningún recuerdo del pasado me llene la mente y no hago ningún plan de futuro, ni sobre la cesta de la compra ni sobre lo que haré en las próximas semanas. Me quedo en el minuto presente, a oscuras, con los ojos cerrados, la hoja en blanco, el rotulador y mi mano.

Cada dibujo que hago es diferente al anterior. Ella mismo lo dice, que vamos cambiando a lo largo de nuestra vida, y día a día, con las experiencias que vivimos. Así que esos dibujos son un pequeño reflejo de ese cambio.

Después de varios días practicando la meditación plena solo dibujando, he decidido hacer algo más personal, incluso pienso enmarcar alguno. Tengo una pared en mi estudio que está pidiendo a gritos unos cuadros. Llevo varios meses con ella en blanco y siento que este proyecto personal puede ayudarme a llenar la pared y vaciar mi mente y que, una vez cuelgue esa lámina, el resto vendrá solo.

Con La meditación y el arte de dibujar no he aprendido a dibujar, pero sí a despojarme de pensamientos innecesarios, problemas sin solución ni antes ni ahora, a valorar mis insignificantes obras abstractas que, ante todo, deben gustarme a mí, especialmente porque no seré nunca una pintora reconocida ni lo pretendo.

 

Título: La meditación y el arte de dibujar

Autora: Wendy Ann Greenhalgh

2015

Editorial Siruela

2018

Traducción: Eva Cruz García

Páginas: 164

Leído con eBiblio Asturias en marzo de 2022

Si te gusta el género 'cozy mystery' y te atrae el título, puedes leer unas pocas páginas en la web de la editorial para hacerte una idea del estilo de la autora.

Comparto la sinopsis comercial por si fuera del interés de algún lector que decida comprarlo, incluidas nosotras, claro:

Clare Cosi es la encargada de la histórica cafetería Village Blend de Nueva York.

Vive feliz junto a su gata Cafelito en un apartamento justo encima de la cafetería. Pero todo da un giro inesperado cuando descubre en la trastienda el cuerpo de la subencargada del negocio rodeado de posos de café.

Al no encontrar indicios de violencia, la policía concluye que se trata de un accidente, pero Clare no opina igual. Ella piensa que algo se cuece. Si quiere llegar al fondo del asunto deberá investigar por su cuenta y rápido, antes de que alguien más corra la misma suerte. Porque un buen crimen, como el buen café, siempre debe estar a punto.

 

Título: Un capuchino mortal

Autora: Cleo Coyle

Traducción: Teresa Lanero

Editorial Alma

2023

Páginas: 320

Me pregunto (no ahora tras leer La perfecta señorita, sino en otras ocasiones, en el pasado) si una persona mentirosa, malvada o psicópata ya nace o se va haciendo por el camino. Si, tal vez su cerebro se desarrolla de forma incorrecta durante en embarazo o lo hereda de algún antepasado...

La realidad aquí, en La perfecta señorita, es que la pequeña Thea ya portaba maneras desde bien pequeña.

Es un relato muy corto, de lectura fácil y tema inquietante; en esa línea de la escritora en la que se te mete en el cuerpo un poco de miedo -o un mucho-, como de película de terror psicológico.

Se lee en un suspiro, tomando un café, en el transporte de camino al trabajo o a casa, como muchos de los relatos que vas a encontrar en la web de Lecturia.

Otra cosa que me cuestiono es si los padres de un ser humano como Thea no se dan cuenta de que a su hija le pasa algo para poder identificarlo y tratarlo con un médico especialista antes de que sea demasiado tarde.

 

Título: La perfecta señorita

Autora: Patricia Highsmith

1975

Traducción: Maribel De Juan

 

Enlace al relato tocando el título: La perfecta señorita

Buscamos respuestas en libros, respuestas que ya hemos leído, vivido, escuchado cientos o miles de veces dependiendo de nuestra edad. Respuestas que rechazamos porque no nos convienen en esa ocasión o porque no las entendemos o porque no es el momento de ponerlas en práctica. Disculpas.

Yo estaba buscando respuestas en un libro que abandoné antes de llegar a la mitad porque, no solo no estaba encontrando lo que necesitaba, sino que me estaba llevando a un pozo sin fondo.

Un libro de crecimiento personal nunca debería traumatizarnos. Tendría que ir al grano desde la primera página para motivarnos a seguir profundizando en lo que nos preocupa. Así fue cómo dejé uno y, sin indagar en nada más, encontré El arte de vivir con sencillez en el que, precisamente, de forma relajada y sincera, encontré lo que el otro prometía y ya nunca sabré si lo haría porque, por muy buenas críticas que haya recibido su autora, a mí me ahuyentó su tecnicismo y falta de sensibilidad.

Shunmyo Masuno va directo a lo que nos preocupa con palabras sencillas y sin rodeos. Otra cosa será si nos interesa hacerle caso y poner en práctica sus 100 enseñanzas para una vida calmada y feliz.

Si te animas a leerlo, encontrarás frases que las llamadas "influencers" utilizan en sus publicaciones como si hubieran salido de su boca. Curiosamente ganan miles de "likes" y comentarios del tipo "Tienen toda la razón", "Hoy mismo empiezo", "Voy a hacerte caso", y todo sin saber que hace miles de años ya fueron dichas por religiosos y filósofos. 

Disfrutar del día, reservar tiempo para ti, deshacerte de lo que no necesitas, comer sano y saborear cada bocado, agradecer lo que tenemos, vivir con sencillez, no preocuparse por lo que no se puede controlar, conectar con la naturaleza, son algunas de las recomendaciones de Shunmyo Masuno.

Igual deberíamos anotarlas en una tarjeta, leerlas cada mañana y cada noche. Analizarlas tranquilamente y buscar una forma de incluir las que nos faltan en nuestra ajetreada vida.

Título: El arte de vivir con sencillez

Autor: Shunmyo Masuno (Yokohama, Japón. 1953)

Editorial Urano

2019

Páginas: 216

 

Nola.- 

 

Lo leí con la suscripción de Amazon Prime. Lo compré en papel para poder dejárselo leer a mi madre y, también, para volver yo a él en cualquier momento.

 

A ella le compré esa libreta para anotar sus cosas y le hice un marcapáginas.

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En 2019, una amiga fue de vacaciones a Sevilla y me trajo estos preciosos pendientes de gatos como si llevaran un traje negro con lunares blancos:

Ella sabía que no eran de mi estilo, los pendientes, ya que suelo llevarlos muy pequeños, y los colgantes no me sientan bien, a mi modo de ver. No se pudo resistir, por los gatos.

Los tengo guardados como si fueran un cuadro valioso.

De vez en cuando, los saco de su caja y los observo pensando qué podría hacer con ellos para lucirlos. Tal vez un collar, pero me da miedo porque se podrían romper. Puede que llevarlos a enmarcar y tener el cuadro en la pared de mi estudio para verlos siempre que quiera.

 

Lo llevo pensando desde entonces. Ya han pasado 5 años y ahí siguen guardados...

 

Voy ahora mismo a poner una nota en el calendario, una fecha tope para decidir qué lugar se merecen entre todas mis cosas de gatos inanimados.

He leído varios libros en formato electrónico en Kindle Unlimited y en eBiblio Asturias, relacionados con la celiaquía y el gluten que iré publicando poco a poco en este blog. 

Cada una de estas lecturas me aportó algo diferente, aunque ninguna me pareció lo bastante completa y fiable al cien por cien para comprar el libro. Básicamente porque estaban escritas por personas que contaban su experiencia a modo de autobiografía, ninguna por un profesional de la medicina, salvo Antigluten. Guía práctica, de Álvaro Sánchez Torres, enfermero, padre de una niña celiaca y que comentaré próximamente.

Cuando encontré por casualidad Manual sobre el gluten y la celiaquía, escrito por el Dr. Luis Miguel Benito de Benito (especialista en aparato digestivo), me pareció que podría ser una buena opción para comprarlo en papel y tenerlo siempre a mano en caso de necesitar hacer alguna consulta o prestárselo a alguien cercano que quisiera saber qué me pasa.

Este manual es, lógicamente, médico. Explica de forma clara la celiaquía y la sensibilidad al gluten no celiaca. Al igual que mis anteriores lecturas, deja claro que, por ahora, la única medicina para combatir los daños causados por el gluten, es una dieta estricta sin gluten.

En resumen, está bien; me ha enseñado algunas cosas que no sabía respecto a la celiaquía, pero con él he, digamos, llegado al tope de explicaciones. O eso creo. Lo que ahora me queda es estar al día de las novedades que puedan surgir leyendo artículos especializados, buscando por mi cuenta nuevos productos para incorporar a mi dieta sin gluten y hacer mis propias recetas.

¿Te lo recomiendo? Pues sí, en el caso de que tu diagnóstico sea reciente y necesites comprender lo que te pasa.

Tiene a su favor que está escrito por un médico especialista en sistema digestivo, por lo que se supone que sabe de lo que habla; aunque una vez que lo termines, te seguirán faltando datos y te harás preguntas que, sinceramente, no sé dónde podrás encontrar las respuestas. Tal vez, si tienes suerte con tu médico especialista o de familia, te las pueda aclarar -este no ha sido mi caso-.

Ya he digo que cada libro que leo me cuenta cosas que otro no incluye y puede suceder lo mismo dependiendo de con qué médico hables.

Título: Manual sobre el gluten y la celiaquía

Autor: Dr. Luis Miguel Benito de Benito

2019

Editorial: RBA libros

Páginas: 158

Nota.- Mi diagnóstico es sensibilidad al gluten (no celiaca) en julio de 2020.

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Gatos, sí, en este libro autobiográfico de Andrea Camilleri hay gatos, los suyos principalmente o, mejor dicho, los que eligieron a su familia para vivir cómodos, calentitos y bien alimentados.

Él se llama Barón y ella es Pucci.

Descubrí esta pequeña y encantadora obra en eBiblio Asturias (la biblioteca pública de libros electrónicos. Hay una en cada comunidad autónoma) en un momento en el que había perdido las ganas de leer porque no encontraba una novela (ni con gatos ni sin gatos) que me resultara interesante.

Ya había dejado un par sin terminar para "más adelante" y no sabía si darme un tiempo en el que leer revistas o, simplemente, no leer nada. Así que debo darle las gracias a Andrea Camilleri por esta maravillosa "isla" en medio de un mar tormentoso. Si tienes la oportunidad de encontrarlo en una biblioteca, no la dejes pasar. Incluso puedo atreverme a decir que merecerá la pena comprarlo porque está lleno de ternura, amor humano hacia los animales, y deja un maravilloso poso de alegría y tranquilidad. Para leer varias veces, especialmente cuando pierdas la confianza en el ser humano.

La liebre que se burló de nosotros da título a la obra, pero es solo uno de los muchos animales que conocerás, además de a los gatos. No te los enumero para que disfrutes descubriéndolos.

También te adelanto que no son cuentos para niños, sino vivencias de adultos que podríamos contar cualquiera de nosotros si supiéramos escribir como él.

Los escenarios son su casa de ciudad en Sicilia y la del campo, en la Toscana

 

Título: La liebre que se burló de nosotros

Autor: Andrea Camilleri (Porto de Empedocle -Sicilia-. 1925-2019)

Traducción: Oriol Sánchez Vaqué

Editorial Duomo

2019

Páginas: 196

Mención especial a las ilustraciones de Paolo Canevari que, con trazos sencillos, consigue una impactante imagen.

Ayer. Un típico domingo del verano asturiano: nublado, cálido, un mar sin olas, las nubes amenazando con una fina lluvia que no llega.

Paseando por la playa, vi una hamaca apoyada en la pared y una camiseta colgada en el pasamanos. Pensé si alguien volvería más tarde a buscarlos ya que, de lo contrario, acabarían en la sala de Objetos perdidos durante el tiempo estipulado hasta que fueran destruidos si nadie los reclamaba.

Al llegar a casa, viendo las fotos que había hecho, de repente, caí en la cuenta de lo que estaba haciendo hace justo 40 años.

En julio de 1981 me encontraba de vacaciones con la familia en una casa, cerca de Mansilla de las Mulas, en León.

Había suspendido la asignatura de Historia. Solo estudié para la primera evaluación. Un 4 saqué. Cerré aquel odioso y enorme libro y no volví a abrirlo hasta ese mes.

No superar el examen de recuperación en septiembre, supondría desvincularme de todos mis amigos y compañeros, aquellos a los que conocí y con los que compartí aula desde sexto de E.G.B. Ellos irían a la Universidad y yo, de nuevo al Instituto. Eso pensé entonces. ¡Ilusa!

Saber que no podría estudiar Periodismo en Madrid y que debía conformarme con Filología Inglesa en Oviedo no ayudaba mucho a motivarme. Aun así, decidí aprender de memoria las dos guerras mundiales.

Cada tarde, subía a mi habitación y, frente a la ventana abierta con vistas al jardín, escribía fechas, nombres y demás datos con la esperanza de que alguna de ellas me tocara en el examen. Así sucedió: la I Guerra Mundial fue la elegida por el profesor y la II, en la Selectividad.

Recuerdo con alegría diluida en el tiempo aquella tarde de exámenes. Todos habían aprobado en junio y los más cercanos, me estaban esperando a la entrada del Instituto de Langreo en el que se celebraban las pruebas de septiembre de acceso a la Universidad. Aquel fue el penúltimo día que pasamos juntos. Hubo otro ese mismo mes, un sábado, en Oviedo. Luego, poco a poco, nos fuimos convirtiendo en objetos perdidos.

¿Qué habrá sido de ellos y de ellas? Yo sé algo insignificante de pocos.

¿Pensarán alguna vez en los viejos tiempos? Yo creo que demasiadas veces regreso al pasado.

¿Se acordarán de mi nombre? Yo es que no los recuerdo todos; me vienen a la memoria las fue fueron mis amigas de instituto durante 4 años: Georgina y Amparo; Victoria. Y los chicos: Rufi, Tomás, Juan Luis, Manolo, Oscar, Víctor. No está mal 9 de 16. Estos fueron los que compartimos la rama de Letras. Había más, los que nos conocimos a los 12 años en 6º de E.G.B. y nos pasaban de aula juntos año tras año hasta C.O.U.: las mellizas María Amor y Presentina, Ana Rosa, Luis, Marce, Adolfo, Padilla,... Consigo ver más caras en sus sillas, pero no encuentro las neuronas que almacenan sus nombres.

¿Cumplirían sus sueños? Yo no he visto cumplidos ni la cuarta parte de los míos.

 

Texto: Etel García

Foto: Etel García (Gijón, Playa San Lorenzo, 25 de julio de 2021)

Nota: Los nombres son reales ya que mi intención al escribir este relato es tener aunque solo sea una pequeña posibilidad de que alguien lo lea, se reconozca y escriba un comentario en el blog...

¡Suerte!

Es curioso que un pensamiento sobre la muerte me lleve a buscar libros con muerte, morir, muerto en el título y todo esto a descubrir El arte sueco de ordenar antes de morir o Döstadning.

Lo he leído en la plataforma eBiblio Asturias. Luego, lo compré en papel, no solo porque quiero que mi madre lo lea (está en el tramo de edad de su autora y he visto algunos puntos más en común), sino también porque ya es un libro indispensable en mi biblioteca, de esos que quiero leer en cualquier momento, aunque me acuerde de todas las recomendaciones.

Margareta se toma la muerte como yo: como un proceso más de la vida. Y al igual que ella, yo también llevo unos meses pensando en ello, a pesar de que mi edad es inferior, con mucho, a la suya. Puede que haya dos razones importantes que me llevaron a esta situación:

1.- No he podido tener hijos. ¿Quién va a heredar todas mis cosas materiales sin apenas valor económico?

2.- La COVID-19 que llegó al mundo para quedarse en 2020, me hizo pensar más en ese momento en el que se para nuestro corazón y respiramos por última vez. La muerte está más presente que nunca en la vida de todos los seres humanos.

Dentro de lo que es un asunto muy serio como la muerte, sinceramente ha sido una delicia leer El arte sueco de ordenar antes de morir. No es igual que todos los libros de ordenar que he leído hasta ahora (que son muchos), es mucho mejor: divertido y triste a un tiempo, tierno. Tal vez su formato de autobiografía y su escritura sencilla, alegre y tranquila se me hace mucho más cercana.

Japonesas, italianas y una autora sueca dando pautas para ordenar nuestra casa y nuestra vida. De todas he aprendido algo. Ahora, en Margareta, he encontrado un alma gemela. Y si hace unos meses, antes de conocerla, ya estaba tirando una cosa al día -por lo menos-, ahora voy a hacer otro repaso y una pregunta:  "¿Quién querría esto cuando me muera?" De la respuesta dependerá si lo llevo ya mismo a donar, lo guardo o lo tiro.

Seguro que si eres menor de, digamos 40 años, pensarás que no te servirá de nada leer este libro. Pues debo decirte que te equivocas. ¿Tienes padres y abuelos, tíos mayores? Si la respuesta es afirmativa, entonces tienes que leerlo y atreverte a hablar con ellos, a recomendarles que también lo lean. Luego, lo comentáis juntos, qué os ha parecido, si van a seguir los consejos de Margareta y si tú estarás dispuesto a ayudarlos en ese proceso de ordenar antes de morir. Y que vivan hasta pasados los 100, pero que sea con muebles, libros, fotografías, que realmente les sean útiles y les proporcionen emociones positivas.

 

Título: El arte sueco de ordenar antes de morir

Autora: Margareta Magnusson (Gotemburgo, Suecia. 1934)

Ilustraciones: Margareta

2017

Traducción: Inga Pellina

Editorial Reservoir Books

Páginas: 144

Nota.-

 

Hay una historia que cuenta la autora sobre un gato llamado Klumpeduns. Tocando su nombre, te vas directo a la entrada de este blog en la que lo comento.

Leído en 2021 con eBiblio Asturias. Lo compré en papel al mes siguiente.